Presentación
Naranjas sanguinas,
un desconocido en España con excelentes propiedades.
El proyecto,
que se encuentra en una fase intermedia, pretende estudiar la influencia de
patrones adecuados para el cultivo de la naranja pigmentada, así como la
evaluación de distintas variedades de este tipo de naranjas que mejor se
adapten al cambio climático, con especial énfasis en las condiciones
mediterráneas, con el fin de recuperar el cultivo de este tipo de fruta actualmente
desaparecido en España y con gran interés para el sector tanto productor como
exportador.
La naranja dulce (Citrus sinensis) es
la especie de Citrus más cultivada en el mundo, alcanzando los 79
millones de toneladas de producción mundial. Las variedades de naranja dulce se
pueden dividir en dos grupos principales: La naranja blanca que consumimos
frecuentemente y la naranja sanguina o pigmentada, muy extendida en Italia,
pero casi desconocida en España. Las naranjas sanguinas presentan tonos rojizos
en la pulpa y en la piel (estos tonos varían en intensidad dependiendo de la
variedad de naranja pigmentada). Las antocianinas son el pigmento responsable
de esta coloración característica tanto de la pulpa, cáscara y zumo de las
naranjas pigmentadas. Este pigmento, bajo unas condiciones ambientales
determinadas (altas temperaturas diurnas y bajas temperaturas nocturnas) es
biosintetizado por el propio árbol en altas concentraciones, dando lugar a la
coloración característica de las naranjas sanguinas. Los beneficios de las
antocianinas en la salud humana ya han sido más que evidenciados por la
bibliografía científica, se sabe que son un potente antioxidante que puede
suponer una mejora en la dieta de la población y por lo tanto una potencial
ganancia en la salud a largo plazo.
El clima Mediterráneo es propicio para el
cultivo de estas variedades sanguinas, por ello, Italia es el país puntero en
la producción de naranja sanguina, donde el 70% de las naranjas dulces
cultivadas son de variedades sanguinas. El proyecto “Newblood” pretende
potenciar el cultivo de naranjas sanguinas en España. En nuestro país, el
porcentaje de naranjas sanguinas producidas no llega al 1% del total, por lo
que España tiene un gran potencial para desarrollar el cultivo de estas
variedades y hacer crecer su mercado.
De cultivarse cítricos de semilla, habría que
esperar a que la planta finalizase su periodo juvenil antes de dar fruta, que
en algunos casos estaríamos hablando de hasta 10 años, es por ello que se
emplean patrones o portainjertos. Uno de los objetivos del proyecto “Newblood”
es estudiar el comportamiento agronómico de distintas combinaciones
injerto/patrón, esto permitirá hacer una selección óptima y específica a los
requerimientos de agricultores y consumidores, a la vez que se seleccionan las
variedades más resilientes a las condiciones ambientales tan exigentes
provocadas por el cambio climático. Para esto, nuestro proyecto ya ha llevado a
cabo un estudio donde se comparan diferentes combinaciones de variedades
sanguinas en dos diferentes patrones (Citrus macrophylla y Citrus reshni),
mostrándose aptos ambos patrones para el cultivo de naranja sanguina, pero con
diferencias en parámetros agronómicos (calibre del fruto, peso del fruto,
cantidad de zumo) y en la cantidad de compuestos bioactivos (antocianinas, flavonas,
etc).
La caracterización, morfológica, química y
bioquímica de las distintas variedades de naranjas pigmentadas, con el fin de
conocer el material vegetal y la calidad de los productos de interés es otro
objetivo del proyecto “Newblood”, habiéndose estudiado los principales
parámetros morfológicos del fruto, así como la composición de su zumo y el
contenido en metabolitos primarios y secundarios de 8 variedades de naranjas
sanguinas, encontrando diferencias entre ellas. Estos conocimientos, supondrán
un incuestionable avance para la fruticultura española, ya que de esta manera
se podrá acceder a las variedades con una mayor productividad, calidad
organoléptica y valor nutricional.
El proyecto “Newblood”, no solo se centra en
la búsqueda de variedades y patrones para garantizar cultivos resilientes a las
condiciones ambientales actuales, si no que también tiene en cuenta futuras
aplicaciones basadas en el aprovechamiento y la economía sostenible. En este
sentido, nuestro proyecto ha estudiado la composición química de la piel de diferentes
variedades de naranja sanguina, concluyendo que el extracto de la piel de estas
naranjas puede tener potencial aplicación a la hora de elaborar conservantes
alimenticios o productos nutracéuticos, debido a sus compuestos bioactivos.
Por último, en la fase final del proyecto (aún
no ejecutada), se estudiará la vida postcosecha de las naranjas pigmentadas mediante la aplicación de
diferentes tratamientos de conservación y evaluación de la calidad de la fruta
con el fin de prolongar la vida útil de las naranjas. Se sabe que uno de los
inconvenientes de la naranja pigmentada es su corto periodo de conservación
antes de que desarrolle síntomas de sobremadurez.